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Joyce de Dublin


"No debe usted leer la mano que escribió Ulises,

piense que también ha hecho muchas cosas"

- James Joyce.


Ha llegado el momento de hablar de James Joyce y de Ulises, número 28 del Inventario. Eso si, Beigbeder no las tiene todas consigo: "... podemos preguntarnos cuántas de las 6.000 personas que enviaron sus cuestionarios para realizar esta esta clasificación han leído las 908 páginas de Ulises hasta el final (mi edición tiene 815 páginas)". El Ulises forma parte de esos muy difíciles de leer y que casi nadie termina. Hay quien recomienda que, cada cuarenta y cincuenta páginas, se eche una siesta para tomar aire.

El Writer's Museum de Dublin


Hay que comenzar señalando que Joyce es un irlandés, aunque vivió toda su vida como expatriado en la Europa continental. Como es sabido, Irlanda es un país de escritores. En la isla, por ejemplo, nacieron cuatro Premios Nobel de Literatura: William Butler Yeats, George Bernard Shaw, Sammuel Becket y Seamus Heaney. Junto a ellos (o antes que ellos), hay que sumar a Oscar Wilde, Bram Stoker, Jonathan Swift, Flann O'Brien, John Millington Synge, Patrick Kavanagh,... y, por supuesto, a Joyce. Con estos mimbres, los irlandeses han levantado un precioso Museo (Dublin's Writer Museum), que mejora a cada visita. Por cierto, en la parte baja, hay un estupendo restaurante, el Chapter One, muy recomendable.

Joyce con Sylvia Beach, la primera editora de Ulises

Para poder completar con éxito las 815 páginas de "mi" Ulises (traducción de Sala Subirats) sería más que recomendable leer antes algunas de sus obras anteriores: Música de cámara (que es un poema de amor), Dublineses (una obra de teatro), Exiliados, y, sobre todo, el Retrato de un artista adolescente. Puede parecer mucho, pero merecerá la pena. El Retrato de un artista adolescente trata de la infancia de Stephen Dedalus, uno de los tres protagonistas de Ulises. El libro es un retrato fiel de Dedalus: supertemperamento ultranervioso y sensible, su naciente intelectualismo, el despertar de los sentimientos amorosos y la lucha por no someterse al delirio religioso de sus maestros jesuitas. Hay una referencia a ellos en las primeras páginas de Ulises, cuando llama a Kinch "jesuita miedoso".


Una de las estatuas dedicadas a Joyce en Dublin


Ulises es el libro de Dublin. Dublin ha de considerarse como un anagrama de Irlanda e Irlanda como un aspecto de la historia universal, cada uno de cuyos detalles es importante (aunque también impotente) en el plan del universo creado por un dios que quizá fue conocido por algún chistoso. A pesar de las apariencias, ni Dublín ni Irlanda son meras creaciones de la fantasía de Joyce. Parafraseando a Nabokov, Ulises es la descripción de un solo día, el jueves 16 de julio de 1904, un día de las vidas mezcladas y separadas de numerosas personas que deambulan, viajan se sientan, charlan, beben, y ejecutan diversos actos fisiológicos y filosóficos, importantes e intrascendentes, durante este único día y las primeras horas de la madrugada siguiente en Dublin.



Ulises consta de una serie de escenas construidas en torno a tres personajes principales. De estos, quien predomina es Leopold Bloom, modesto agente publicitario, contratista de anuncios para ser exactos. Joyce le da un origen judeohúngaro, Los otros dos personajes importantes son Stephen Dedalus a quien conocimos en Retrato de un artista adolescente, y Marion Bloom, Molly Bloom, la esposa de Bloom. Si Bloom es la figura central, Stephen y Molly son las laterales de este tríptico. Los tres coinciden con tres personajes de la Odisea de Homero: Blum sería Ulises; Molly, Penelope, y Dedalus, Telémaco. El libro comienza con Stephen y termina con Molly.




El escritor francés Olivier Rolin dijo que Ulises "es sobre todo una enciclopedia de todos los géneros que provocó en la literatura la misma revolución que el cubismo en la pintura". Y tiene razón: Joyce crea un estilo nuevo en cada uno de los capítulos de Ulises. Quizá por ello, para Beigbeder "leer Ulises equivale a leer los doce trabajos de Hércules juntos. este es complicado, interminable, agotador, genial, delirante, pesado y sublime".

Bibliografía

James Joyce, Retrato de un artista adolescente, Buenos Aites (1967): Santiago Rueda.

James Joyce, Música de Cámara, Madrid 81979): Visor.

James Joyce, Exiliados, Barcelona (1971): barral

James Joyce, Dublineses, Madrid (1979): Alianza Editorial

Referencias

David Hayman, Guía del Ulises, Madrid (1971): Fundamentos.

Vladimir Nabokov, Curso de Literatura Europea, Barcelona (1987): Ediciones B, pp. 407-526.

Umberto Eco, La poética de Joyce, Madrid (20011): Debolsillo.

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