Dante, ¿comedia sin adjetivos?
De la Divina Comedia, de Dante Alighieri, se ha dicho que es el poema más perfecto jamás escrito. Jorge Luis Borges (claro),decía "Se ha comparado a John Milton -autor del Paraiso Perdido- con Dante, pero Milton tiene una sola música: es lo que se llama en inglés “un estilo sublime”. Esa música es siempre la misma, más allá de las emociones de los personajes. En cambio en Dante, como en Shakespeare, la música va siguiendo las emociones. La entonación y la acentuación son lo principal, cada frase debe ser leída y es leída en voz alta.Digo es leída en voz alta porque cuando leemos versos que son realmente admirables, realmente buenos, tendemos a hacerlo en voz alta. Un verso bueno no permite que se lo lea en voz baja, o en silencio. Si podemos hacerlo, no es un verso válido: el verso exige la pronunciación. El verso siempre recuerda que fue un arte oral antes de ser un arte escrito, recuerda que fue un canto".
La primera vez que lo leí era un estudiante y formaba parte (su lectura) de mi obligación discente. No tenía entonces esa sensación. Comencé a descubrir sus matices cuando, en vísperas de ir a la mili, comencé a buscar su relación con la música. El primer ejemplo, la Sinfonía Dante de Franz Liszt. Con dos movimientos: el Infierno y el Purgatorio (en este último se incluye un extraordinario Magnificat). A partir de ahí, obras como la Sinfonía nº 1 de Robert W. Smith, el Purgatorio es un ballet de Xin Peng Wang sobre Dante Alighieri con música de John Luther Adams y Kate Moore. Otro ejemplo, este contemporáneo, es Divine Tragedy el grupo de rock Brigde to Nowhere.
Edición italiana del siglo XVI
Mi ejemplar de la Divina Comedia, además de un estudio introductorio del profesor José Miguel Minguez, lleva incorporado un índice onomástico de mucha ayuda. Es la edición de Bruguera de 1974. La traducción, de 1968, está firmada por Rodríguez Vilanova y Sales Coderch, y es magnífica. Digo todo esto por ha aparecido (2018) una nueva edición de la Comedia traducida por José María Picó, anunciada como "definitiva" que, además, recupera el título original: Comedia, a secas. No importa que, en inglés sea The Divine Comedy; en francés, Divine Comédie; en alemán, Göttlichen Komödie,... o en italiano, La Divina Commedia. Es cierto que fue Giovanni Boccaccio quien le puso el siglo XIV el apellido que la comedia dantesca ha llevado durante centurias.
"A mitad del camino de la vida me encontré en una selva oscura
por haber apartado de la recta vida".
En esta primera parte del poema, Dante narra su descenso al Infierno acompañado por Virgilio, el poeta latino al que el italiano tanto admiraba. Alighieri describe el Infierno con forma de cono invertido, constituido por nueve círculos en los que los condenados estaban subyugados a diferentes castigos (según la gravedad de sus pecados). Tras pasar los nueve anillos, se encuentra con una suerte de palacio, en el que reside Lucifer. "Vemos a Dante aterrado por el Infierno -señala Borges- ; tiene que estar aterrado no porque fuera cobarde sino porque es necesario que esté aterrado para que creamos en el Infierno. Dante está aterrado, siente miedo, opina sobre las cosas. Sabemos lo que opina no por lo que dice sino por lo poético, por la entonación, por la acentuación de su lenguaje".
A lo largo de los siglos, ha sido la parte del infierno la que ha inspirado a literatos, músicos y artistas. Recordar obras como Dante y Virgilio en el infierno, de Eugene Delacroix, Infierno, de Botticelli , La puerta del infierno, de Augusto Rodin, los grabados de Gustave Doré, el Canto VII de Giovani Stradano, el Satanás de Gioto, el Encuentro con minotauro, de William Blake,,... Y por supuesto a comics de todo tipo y hasta videojuegos.
"La navecilla de mi ingenio que deja tras de si un mar tan cruel, alzará ahora las velas para mejores aguas y contaré el segundo reino, donde se purifica el espíritu humano y se hace digno de subir al cielo".
El Purgatorio es una enorme montaña creada después de la caída de Lucifer, y sobre su cima se encuentra el Eden, donde viven las almas bendecidas
"La gloria de Aquel que mueve las cosas se difunde por el universo y resplandece en unas partes más que en otras. Yo estuve en el cielo que mayormente recibe la luz, y vi tales cosas que no pueden ser referidas por quien desciende de allí, porque nuestra inteligencia, al acercarse al fin de sus deseos, profundiza de tal manera, que la memoria no puede retroceder".
El Paraíso es un mundo etéreo formado por nueve cielos, todos incluidos en el Empireo, al que Virgilio (que representa la Razón) no puede acceder, por tanto, Danta es acompañado de Beatriz (la Fe), cuya sonrisa será cada vez más resplandeciente a medida que vayan subiendo hacia la Trinidad. Dante resalta que no es posible describir con palabras lo que ve, cuando llega ante Dios, puesta que supera la imaginación humana, pero comprende que el amor es el mecanismo del mundo y de la vida y se sitúa en un perfecto movimiento circular divino.
Borges resaltaba otra característica de la Divina Comedia: "la delicadeza de Dante. Siempre pensamos en el sombrío y sentencioso poema florentino y olvidamos que la obra está llena de delicias, de deleites, de ternuras. Esas ternuras son parte de la trama de la obra. Por ejemplo, Dante habrá leído en algún libro de geometría que el cubo es el más firme de los volúmenes. Es una observación corriente que no tiene nada de poética y sin embargo Dante la usa como una metáfora del hombre que debe soportar la desventura: “buon tetrágono a i colpe di fortuna”; el hombre es un buen tetrágono, un cubo, y eso es realmente raro".
La Comedia que sigo releyendo no dejará de ser divina.
Referencias bibliográficas
Dante, La Divina Comedia, Barcelona (1974): Bruguera.
Jorge Luis Borges, Siete noches, Madrid (1997): Fondo de Cultura Económica.
Umberto Eco, Sobre Literatura, Barcelona (2005). Debolsillo.