El hombre que cultivaba calabazas
- Koldo San Sebastián
- 2 sept 2020
- 3 Min. de lectura

Mi recordada Nora Ephron, la gran guionista neoyorquina, escribió algo que podía encajar en esta reseña: "Lo primero que leo siempre es la última página del libro, así, si me muero antes de terminarlo, ya se lo que sucedió". A Frédéric Beigbeder hay algo que le fastidia: "para explicar la originalidad de El asesinato de Roger Ackroyd me veo obligado a contarles el final de la novela. Así que les propongo una cosa: voy a contar hasta tres. A la de tres, aquellos que no quieran conocer el desenlace de El asesinato de Roger Ackroyd solo tienen que saltarse el párrafo que viene a continuación. ¿Preparados? Un , dos, tres. La extraordinaria proeza de Agatha Christie consiste en que el culpable del crimen es su narrador. Toda la investigación está contada por el asesino, que no es otro que el doctor Sheppard". Pues queda dicho. Además, Agatha Christie creía que la mejor receta para el éxito de una novela policíaca se basaba en que el detective nunca debía saber más que el lector, y es un hecho que en sus 66 novelas y 150 relatos policíacos, Christie escribió bajo esta premisa como base bibliográfica.

Pues si. Toca Agatha Christie. Los 6.000 lectores de Le Monde y clientes de la FNAC han colocado a El asesinato de Roger Ackroyd en el número 49 del Inventario, justo delante de André Breton, el padre del Surrealismo. Esto produce alborozo en Beigbeder al que le encanta doña Agatha y no tanto don André. Nuestro exegeta considera que la obra "constituye una joya de malicia y una auténtica proeza narrativa". Además, en 2013 fue elegida como la mejor novela de crimen de todos los tiempos por 600 miembros de la Asociación de Escritores Policíacos-

Agatha Christie nació en la ciudad de Torquay en 1890 en el seno de una familia de clase alta. Desde muy temprana edad, viajó por el mundo; mucho de los lugares que visitó fueron fuente de inspiración para alguna de sus novelas como Muerte en el Nilo y Asesinato en la Mesopotamia. Tras escribir casi 100 obras a lo largo de su vida, Agatha Christie es una de las referentes indiscutidas del género policial y de misterio. Sus libros se encuentran entre los más vendidos del mundo sólo detrás de las obras de William Shakespeare y la Biblia. Sorprende que Patricia Highsmith, otra gran dama del gébnero, no la cite ni una sola vez en su "Suspense". Cómo se escribe una novela de intriga. Quizá no recurrió con suficiente intensidad a elementos como la sangre y la violencia. Lo cierto es que algo le tuvo que pasar.

Mis tías Mari (izda) y Esther
Debo añadir que dos de mis tías, una por cada rama, ha sido lectores fieles, incondicionales de Mrs. Christie. Mi tía Mari me regaló bastantes libros de esta autora que, pasados los años, muchos, yo le daba a mi tía Esther. No me cogía todos porque había leído la mayoría. Mi hijo pequeño también leyó algunos aunque pronto se retiró.
El encargado de resolver el crimen será, claro Hercule Poirot "el detective enano, belga, pretencioso, y dotado de un cráneo ovoide·. La descripción es, claro, de Beigbeder. El belga se había retirado a la campiña inglesa a culttivar calabazas. A nuwatro crítico le estremece cuando, a medida que avanza la historia el asesino se ve acorralado por Poiro, "provoca escalofríos de delicioso terror".