¿Estaba D'Artagnan enamorado de Porthos?
Los Tres Mosqueteros han estado conmigo desde que aprendí el significado de las palabras escritas sobre un papel (sin olvidarse de las viejas películas). En leído la obra de Dumas en todos los formatos posibles: en comic (recuerdo el de la Editorial Novaro o los libros mixtos -comic-texto- de la Colección Historias). En mi talonario de la Biblioteca Municipal Bances Candamo de Avilés , aparece el préstamo de la edición de Bruguera que, luego, descubrí que era una adaptación-resumen del texto original. Mi padre era un ávido lector de Dumas (era uno de los autores que le acompañaban cuando estaba embarcado). Aquella afición le llevó Auch y los alrededores donde se rinde culto a D'Artagnan, el protagonista de la obra que, en realidad, es el cuarto mosquetero. Yo, además, estuve en Trois-Villes, Iruri en euskera, una pequeña comuna cercana a Mauleon. Pues bien: mi padre me recomendó que leyese la edición completa y las otras dos obras que completan la trilogía: Veinte años después y El vizconde de Bragelonne. Esta claro hoy que, en Los Tres Mosqueteros, Dumas muestra su portentosa habilidad para combinar géneros y estilos, desde la novela de capa y espada hasta la novela negra y de misterio. En este punto, por ejemplo, no podría incluirse exactamente en la categoría de novela de acción, según la clasificación de Kayser. Tampoco es de extrañar que algunos escritores como Borges o García Márquez reclamen la influencia de la la trilogía en su propia obra. En definitiva, estamos ante todo un clásico literario, objeto de numerosas adaptaciones al cine y la televisión (algunas, eso sí, podrían considerarse como grotescas).
Francia, siglo XVII. Athos (Armand de Sillègue d’Athos d’Hauteville), Porthos (Isaac de Portau) y Aramis (Henri d’Aramitz) son tres prodigiosos espadachines que pertenecen al cuerpo de mosqueteros del rey Luis XIII de Francia. A París llega un joven y valeroso gascón, D'Artagnan (Charles de Batz-Castelmore) que ingresa en la guardia del Rey para hacerse mosquetero. Los cuatro tendrán que hacer frente a una maquiavélica conspiración urdida por el cardenal Richelieu para derrocar al rey. No debe olvidarse, claro, a la hermosa a la par que pérfida Milady -Milady de Winters- que es ejecutada en la página 550 del ejemplar que yo tengo. Pero, ¿era Milady la mujer que fue decapitada? D'Artagnan asistieron a su ejecución a distancia, desde la "orilla opuesta" del rio. ¿Podría ser el mismo caso de Blancanieves y el cazador?
Alejandro Dumas fue uno de los autores más famosos de la Francia del siglo XIX, autor de novelas, folletines y obras de teatro que acabó convirtiéndose en un clásico de la literatura gracias a obras como Los tres mosqueteros (1844) o El conde de Montecristo (1845). Dumas nació en Villers-Cotterêts en 1802, de padre militar —que murió al poco de nacer el autor— y madre esclava negra. De formación autodidacta, Dumas luchó para poder estrenar sus obras de teatro. No fue hasta que logró producir Enrique III (1830) que consiguió el suficiente éxito como para dedicarse a la escritura. Fue con sus novelas y folletines, aunque siguió escribiendo y produciendo teatro, con lo que consiguió convertirse en un auténtico fenómeno literario. Autor prolífico, se le atribuyen más de 1.200 obras, aunque muchas de ellas, al parecer, fueron escritas con supuestos colaboradores. Dumas amasó una gran fortuna y llegó a construirse un castillo en las afueras de París. Por desgracia, su carácter hedonista le llevó a despilfarrar todo su dinero hasta verse obligado a huir de París para escapar de sus acreedores. Murió el 5 de diciembre de 1870 en casa de su hijo.
El viejo caballo de D'Artagnan
En mi relectura de la trilogía de Dumas, he descubierto que siempre hay matices que adornan el texto y preguntas imposibles (no se si este es el mejor calificativo). En este caso recurriré al maestro Eco que da algunas pistas: "Al principio de Los Tres Mosqueteros se dice que D'Artagnan llega a Meung en una jaca de catorce años el primer lunes de abril de 1625. Si se dispone de un buen programa de un buen programa en el ordenador, se puede establecer inmediatamente que aquel lunes era el 7 de abril. Una exquisitez para trivial games entre devotos dumasianos. ¿Puede plantearse sobre este dato una sobre-interpretación de la novela? Yo diría que no, porque el texto no considera relevante ese dato. El curso de la novela no considera relevante ese dato. El curso de la novela no concede tampoco relevancia a que la llegada de D'Artagnan cayera en lunes, mientras que se da por hecho de que fuera abril (recuérdese que, para ocultar que su espléndido tahalí estaba bordado sólo por delante, Porthos vestía una larga capa de terciopelo carmesí que la estación no justificaba, a tal punto que el mosquetero había de fingir que estaba resfriado".
Estas cosas a muchos podrán parecerle obviedades, pero estas obviedades (a menudo olvidadas) nos dicen que el mundo de la literatura es tal que nos inspira la confianza de que hay algunas proposiciones que no pueden ponerse en duda, y nos ofrece, por lo tanto, un modelo (todo lo imaginario que quieran) de verdad. Esta verdad literal se refleja sobre las que llamaremos verdades hermenéuticas: al que dijera que d'Artagnan estaba devorado por una pasión homosexual hacia Porthos. podríamos contestarle siempre que en el texto al que no es posible encontrar ninguna afirmación, ninguna sugerencia, ninguna insinuación que nos permita abandonarnos a estas derivas interpretativas. El mundo de la literatura es un universo en el cual es posible llevar a cabo tests para establecer si un lector tiene sentido de la realidad o si es presa de sus alucinaciones. ¿Alucinaciones?
Porthos
Volvamos al caso de Porthos. Hay muchas formas de plantear una historia y muchas formas (estilo) de desarrollarla. Luego, claro, están las interpretaciones, la hermenéutica. Recuerdo (incluso el lugar) la primera vez que leí sobre la homosexualidad de Batman y Robin. Habían pasado veinte años desde que Fredric Wertham advirtiese que las historias del tipo Batman "estimulaba las fantasías homosexuales de los niños" ("The Batman type of story may stimulate children to homosexual fantasies, of the nature of which they may be unconscious"). Por lo que se refiere a D'Artagnan y Porthos, se dan una serie de hechos incontestables, además de la forma estrafalaria de vestir de Porthos. Ambos estuvieron en el mismo bando desde el principio hasta el final (muerte heroica de este último en El vizconde de Bragelonne). Sin embargo, Athos y Aramis estuvieron algún tiempo en bando diferente. A lo largo de de las casi 1.500 páginas, hay algunos episodios que sugieren cierta pasión homosexual. Quizá esta interpretación forme parte de esa "imaginación liberal" que defienden algunos seguidores de Freud.
Referencias bibliográficas.
Umberto Eco, Sobre Literatura, Madrid (2005): Debolsillo.
Ludwig Marcuse, Freud, Madrid (1969): Alianza Editorial.
Henry W. Brosin, "Influencia del psicoanálisis sobre el pensamiento actual", en H.W Borsin, M. Mead y otros, Ciencias del hombre. Influencias, interrelaciones y aplicaciones, Buenos Aires (1967): Paidós.
Raymond Queneau, Ejercicios de Estilo, Madrid (1987): Cátedra.
Gabriel García Márquez, Cómo se cuenta un cuento, Madrid (1996): Ollero y Ramos.
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